La educación financiera es un tema que lamentablemente no figura en la mayoría de los currículos de la educación tradicional. Si los padres desean preparar a sus hijos en el área de las finanzas, tienen que hacerlo sin la ayuda de los establecimientos educacionales.
Muchos padres ni siquiera están conscientes de éste gran vacío en la educación de sus hijos y confían que aprenderán a manejar el dinero por su propia cuenta cuando sean adultos.
Lamentablemente las estadísticas demuestran que esto no sucede automáticamente, como nos gustaría asumir. Si nadie se preocupa de enseñarles, nuestros hijos serán analfabetas en el área financiero.
Hoy en día el estado del endeudamiento juvenil es alarmante. La necesidad de preparar a nuestros jóvenes para que puedan manejar el dinero con éxito en su vida adulta, está a la vista.
Tienen que aprender a vivir de acuerdo a un presupuesto, tener el hábito de ahorrar y deberían tener conocimientos básicos de inversión que les permitan multiplicar sus recursos.
Sin embargo, aún los padres que están conscientes de ésta gran necesidad en la educación de sus hijos, se ven enfrentados con otro obstáculo: la falta de interés de sus hijos por los temas relacionados con el dinero.
¿Qué hacer si sus hijos no se interesan por las finanzas?
Los padres que han reconocido la importancia de fomentar las habilidades de manejo del dinero en sus hijos, en la práctica, no saben cómo hacerlo.
Las finanzas son un tema que parece ser poco atractivo para nuestros hijos. Fuera de gastar el dinero en sus deleites, no parece merecer mayor dedicación de tiempo.
Además el dinero, para muchos jóvenes idealistas, parece estar envuelto en una nube misteriosa de maldad. Piensan que el dinero es la raíz de todos los males. Ven un mundo corrupto manejado por adultos codiciosos y lo atribuyen al poder maléfico del dinero.
Es en éste punto donde debería comenzar una sólida educación financiera. Los padres pueden colocar un buen fundamento en la educación financiera de sus hijos si les ayudan a relacionarse correctamente con él.
En la Biblia dice claramente que el AMOR al dinero es la raíz de todos lo males.
(1. Timoteo, 6:10)
Debe enseñarles a sus hijos que el dinero es una herramienta que puede ser usada para bien o para mal. Además deben comprender que el dinero es más que un mal necesario. Es un recurso que puede brindarles mucha felicidad al permitirles un bienestar económico que les dará la libertad de poder pasar más tiempo con su familia, de dedicarse a lo que les apasiona y de hacer el bien.
Para despertar el interés por el dinero y su manejo adecuado en sus hijos, se deben diferenciar dos etapas en la vida de sus hijos:
- Antes de los 12 años
- Después de los 12 años
Antes de los 12 años
Alrededor de los doce años la mayoría de los niños comienzan una transición hacia el pensamiento abstracto, la identificación consigo mismos y la búsqueda de sus propias verdades. En otras palabras, dejan de ser niños.
La niñez es una etapa en la cual los padres deberían aprovechar de crear las bases necesarias para que sus hijos tengan éxito en la vida. El niño es 100% receptivo a las enseñanzas de sus padres y adopta los principios de vida que le son enseñados sin cuestionárselos.
En ésta etapa los padres pueden fomentar la educación financiera de sus hijos de diversas formas:
1. Ser un buen modelo
Los niños aprenden mucho observando lo que hacemos. No basta con enseñarles la teoría de una buena administración de recursos. Los padres pueden enseñarles sobre ética de trabajo, ahorro, disciplina y rigor al compartir su vida con sus hijos.
A medida que aparecen situaciones de la vida que requieren de la toma de decisiones en el ámbito financiero, los padres pueden compartir sus experiencias con ellos sin hacer un mayor esfuerzo de producir artificialmente una instancia para enseñarles. Así les estarán impartiendo conocimientos y habilidades que se necesitan para resolver situaciones de la vida real.
2. Jugar juegos financieros juntos
Los niños aprenden jugando. Es la mejor manera de enseñarles acerca de cualquier tema, inclusive las finazas. Hay diferentes juegos didácticos de excelente calidad, como el "Monopoly" y el "Cashflow for Kids". Alrededor de los 8 años ya pueden jugar "Cashflow 101", que es un excelente curso de contabilidad disfrazado de juego.
3. Incentivarlos a ahorrar
Los niños, al igual que los adultos, tienen deseos insaciables. Si no aprenden a ahorrar a una temprana edad, se transformarán en adultos que no saben disciplinarse a la hora de gastar su dinero y serán presa fácil para las instituciones financieras y sus tarjetas de crédito.
Enséñeles a sus hijos a siempre ahorrar una parte de su dinero. Adquirirán un hábito valioso que los beneficiará durante toda su vida.
4. Incentivarlos a tener su pequeño negocio propio
Los niños son emprendedores innatos. Su creatividad no tiene límites y les fascina hacer algo que sea útil para los demás. Nada mejor que instalar un pequeño negocio, como el clásico puesto de las limonadas, venta de chocolates, galletas, mermeladas, mascotas, etc.
Aprenderán importantes habilidades de venta, de mercadeo y de contabilidad.
5. Enséñeles a ser generosos
Uno de los mayores beneficios del dinero es que nos permite ayudar a otros. También es la mejor forma de tener una relación sana con el dinero y de resguardar el corazón de nuestros hijos de la codicia y de la avaricia.
No es en vano que Jesús dijo: "Es más bienaventurado dar que recibir." Enséñeles a sus hijos a estar pendientes de las necesidades de otras personas que viven alrededor suyo. Así se percatarán del tremendo poder que el dinero les da para traer alegría a otras vidas.
Después de los 12 años
Con los hijos mayores hay que buscar métodos más creativos para llamar su atención. En el caso nuestro, cuando nuestros hijos adolescentes no nos querían escuchar, aparte de orar por ellos, tratábamos de adaptar lo que les queríamos enseñar a su realidad.
Por ejemplo, si sus hijos quieren comprarse algo, recargar sus celulares, o arrendar una película y le piden dinero, les puede poner límites (solo les paga una película al mes, o les entrega "X" dinero por recarga de sus teléfonos celulares). Luego los puede incentivar a encontrar otras formas de ganarse el dinero que les falta. Sus hijos mayores tienen que darse cuenta de que ellos pueden ganarse el dinero para pagar por sus gastos.
Una vez que hayan entendido esto, se puede pasar a la próxima etapa: la de invertir sus ingresos para crear fuentes de ingreso pasivo. Los padres les pueden enseñar a invertir en fondos mutuos en vez de simplemente abrir una cuenta de ahorro con una ínfima tasa de interés.
¡Escucharán si han sudado la gota gorda ganando su propio dinero!
Por ejemplo, nuestro hijo comenzó a estudiar el mercado accionario así. Ganaba dinero cortando pasto y le explicamos que, si sabía cómo invertir su dinero, iba a poder generar el mismo dinero de 10 cortadas de pasto en un día invirtiendo en acciones. Eso le hizo sentido y hoy en día está diligentemente estudiando el mercado bursátil.
Otra cosa que los padres pueden hacer es ponerse a un nivel de "tú a tú" con sus hijos y compartir los errores financieros que han cometido. También es importante que sepan cuales son las buenas decisiones que han tomado y lo que ha significado para su vida familiar.
En la etapa adolescente de los hijos, muchas veces es mejor dejar de lado el rol de padre controlador y adoptar una postura más humilde ante ellos, demostrando que uno es tan humano como cualquier otra persona.
Es el tiempo oportuno de conversar sobre los errores que ha cometido en el pasado, pedirles disculpas si es necesario y decirles que usted los ama y desea que no sufran las consecuencias de no tener una educación financiera sólida.
Por Bettina Langerfeldt
http://EducacionParaElExito.com
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