lunes, 27 de noviembre de 2006

Franquicia Conceptos



FRANQUICIA: CONCEPTO

La franquicia constituye un formato de negocios dirigido a la comercialización de bienes y servicios según el cual, una persona física o moral (Franquiciante) concede a otra (Franquiciado) por un tiempo determinado, el derecho de usar una marca o nombre comercial, transmitiéndole así mismo los conocimientos técnicos necesarios que le permitan comercializar determinados bienes y servicios con métodos comerciales y administrativos uniformes.


¿QUE DEBE REUNIR UN NEGOCIO PARA SER FRANQUICIA?
ØDebe ser repetible
ØDebe ser transmisible
ØDebe contar con una marca
ØDebe contar con un concepto atractivo
ØDebe constituir una operadora, para otorgar el suficiente apoyo y asistencia técnica a su red de franquicias.

VENTAJAS DE UNA FRANQUICIA SOBRE UN NEGOCIO INDEPENDIENTE.

ØRápido Crecimiento
ØDominio de mercados
ØMenor riesgo económico
ØEficiencia y calidad en el control y administración de las unidades
ØPublicidad compartida
ØActualización constante de los procesos de operación
ØCapacitación permanente
ØEstandarización de la operación
ØAsistencia técnica permanente

DESMITIFICANDO A LAS FRANQUICIAS

Siempre se dice que las Franquicias son estructuras complejas de difícil acceso pero la realidad es que las Franquicias son simplemente oportunidades que ofrecen empresarios valiéndose de su experiencia previa, para que cualquier inversionista pueda abrir y operar su propio negocio, asistido desde el principio y perteneciendo a una cadena.
Como cualquier negocio, al montar una franquicia se asume los mismos riesgos en cuanto a seleccionar la buena ubicación, los proveedores correctos, controlar los gastos y costos, que los consumidores asistan al punto, etc. La diferencia es que con las franquicias se recibe apoyo de una empresa o empresario que ya ha recorrido caminos en el rubro y por consiguiente se tienen mayores probabilidades de no cometer errores y de acertar en las decisiones. Las franquicias no son negocios garantizados, pero procuran disminuir los riesgos.

Otro mito que siempre está latente es el de creer que las Franquicias son las grandes marcas famosas, cuando todas las marcas comenzaron siendo pequeñas, Inclusive las que hoy día son grandes. En el mundo hay Franquicias con distintos grados de experiencia y fama, existen las pioneras que son las grandes marcas reconocidas mundialmente, pero también las hay que están iniciándose y las que ya son consideradas importantes en el mercado que han ido creciendo y expandiéndose cada día.

También se tiene el mito que las Franquicias sólo son marcas extranjeras, aunque el franquiciar es un esquema empresarial que le permite a los empresarios expandirse con socios operadores, que puede ser aplicado por cualquier empresa del mundo, si reúne las condiciones y se prepara para ello. Si bien es cierto que el formato se inició y modernizó en los Estados Unidos, de donde además proceden algunas de las franquicias más grande del mundo, en Venezuela, por ejemplo, las Franquicias locales superan a las extranjeras (casi el 65% son locales) y muchos empresarios venezolanos han sabido utilizar este esquema para hacer de sus negocios unas cadenas prósperas y hasta internacionales, en rubros muy variados y rescatando y dignificando productos y servicios de nuestro país.

Elementos que conforman un sistema de Franquicia:

ØMarca reconocida.
ØProductos y servicios.
ØManuales: de Imagen Corporativa, de Instalación y Apertura, Operativo, de Procedimientos Administrativos, de Auditoría y Control.
ØTipo de Franquicia: Comerciales, de distribución, tiendas completas, nuevas, individuales clásicas, regionales, unitarias, múltiples, etc.
ØEntrenamiento previo y asesoría permanente: plan de entrenamiento del Franquiciado, plan de entrenamiento del personal operativo.
ØMonto de la inversión inicial.
ØFinanciamiento.
ØRegalías.
ØUbicación y condiciones generales del local.
ØContratos: de comodato de los manuales, de confidencialidad.
ØDuración del contrato.
ØRentabilidad estimada.
ØPublicidad y promoción.

NEGOCIOS EXITOSOS

En el escenario mundial, los procesos de cambio son cada día más dinámicos. En ellos, las estructuras, las formas, los instrumentos y los medios se están renovando continuamente. Estamos en presencia de un nuevo siglo que tiene diferentes y muy diversas necesidades, demandas y comportamientos y en el que la economía moderna está caracterizada por la globalización y la interdependencia en sus procesos de producción, comercialización, inversión, flujos financieros y desarrollo tecnológico. Las empresas, por su parte, tienen crecientes exigencias de productividad, porque las leyes del mercado las obligan a profundizar y cambiar estrategias y políticas, a planear, crear e innovar, a tener capacidad de adaptación, velocidad de respuesta y sensibilidad para anticipar necesidades futuras y poder sobrevivir y desarrollarse en el complejo mundo empresarial.

Hoy, los negocios se conciben de otra forma. Las transacciones se hacen con dinero electrónico y hay avances espectaculares en las telecomunicaciones, las teleconferencias, las redes inalámbricas, los nuevos microprocesadores y, por si fuera poco, ha sido creada una nueva generación de softwares inteligentes. Las empresas, por ello, deben además de evolucionar y mejorar constantemente, adaptarse a las circunstancias de cada momento y adelantándose con buena visión a las exigencias del mercado.

Actualmente, la supervivencia y el éxito de las empresas dependen de la eficiencia y eficacia de su personal, de sus sistemas y de sus procesos, de tener acceso a tecnologías de punta y a nuevos modelos organizacionales con los que se pueda tener capacidad de responder con prontitud, en el presente y en el futuro, las demandas de los clientes.

Para ser tanto competitivos como productivos se necesitan cambios que mejoren el rendimiento de las empresas hagan más interesante y satisfactorio el trabajo del personal y, como resultado, todos los participantes puedan gozar de una mejor calidad de vida. Hay que partir que la competitividad no puede ser impuesta y que para alcanzarla se requiere de la participación comprometida de todos y cada uno de los integrantes de la empresa.

Hoy, la supervivencia y el éxito de las empresas dependen de la eficiencia y eficacia de su personal, de sus sistemas y de sus procesos, de tener acceso a tecnologías de punta y a nuevos modelos organizacionales con los que se pueda tener capacidad de responder con prontitud, en el presente y en el futuro, las demandas de los clientes.

A medida que los empresarios y directivos tengan la determinación de llevar a la práctica los conceptos y principios de la cultura empresarial y se interesen en capacitarse, podrán aspirar a ser exitosos. Tener los conocimientos mínimos necesarios y aprovechar las técnicas modernas de la administración ayudan a alcanzar los objetivos más rápido y de una forma duradera. Una empresa bien administrada, con espíritu y sentido social, en donde el personal tenga un lugar preponderante y su talento sea valorado, generalmente será una empresa exitosa.